Factor bajista: Argentina habilitó la importación de soja estadounidense para compensar el déficit de oferta provocado por la sequía
Las autoridades del Ministerio de Agroindustria establecieron un procedimiento “para otorgar autorización comercial a los organismos genéticamente modificados (OGM) con el objetivo exclusivo de ser utilizados como materia prima para su procesamiento agroindustrial y con fines de uso alimentario humano y animal”.
El nuevo marco regulatorio –publicado hoy en el Boletín Oficial y vigente por un plazo de cuatro años– permitirá importar soja proveniente de EE.UU. para que las industrias aceiteras locales y las elaboradoras de biodiesel puedan cubrir parte de la elevada capacidad ociosa que experimentarán en el ciclo comercial 2017/18. Eso es necesario porque en EE.UU. están autorizados eventos biotecnológicos en soja que no están habilitados en la Argentina (como la soja Xtend, tolerante a dicamba, de Monsanto).
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires proyectó esta semana que la cosecha argentina de soja 2017/18 sería de apenas 36 millones de toneladas versus 54 millones proyectadas al inicio de campaña.
El Ministerio de Agroindustria estima que en el presente ciclo comercial Argentina deberá importar 2,50 millones de toneladas (fundamentalmente de Paraguay y EE.UU.) para que la industria pueda procesar 45,3 millones de toneladas de la oleaginosa. En el ciclo comercial 2016/17 había importado 1,31 millones de toneladas de soja.
A la fecha el USDA informó que exportadores estadounidenses declararon órdenes de venta de soja 2017/18 (con embarque posterior al 1 de septiembre de 2018) a la Argentina por 430.000 toneladas y de soja 2016/17 por 60.000 toneladas.
A diferencia de la soja ingresada de Paraguay, la proveniente de EE.UU. debe abonar un derecho de exportación extrazona del 8,0% sobre el valor FOB (por tratarse de una importación realizada por fuera del Mercosur). Aunque si el gobierno brasileño –tal como viene intentando hace meses– finalmente habilita este año un cupo de importación de trigo ruso libre del derecho extrazona, Argentina seguramente haría lo propio con la soja estadounidense.
La noticia constituye un factor alcista para la soja estadounidense, al tiempo que representa un dato bajista para la oleaginosa argentina, especialmente en lo que corresponde a las posiciones futuras del último trimestre de 2018.