La capacidad de compra energética de la soja es la más baja de la década a pesar del subsidio indirecto aportado por la cadena oleaginosa
Es casi la mitad de la presente en 2011.
La capacidad de compra energética de una tonelada de soja es la más baja de la última década a pesar del derrumbe registrado por el valor internacional del petróleo.
En enero de este año –considerando el precio promedio mensual de la soja disponible Rosario– el valor en pesos de una tonelada de la oleaginosa era equivalente a 223 litros de gasoil grado 2 comercializado en estaciones de servicio YPF. En el mismo mes de 2011 era relación era de casi el doble (ver gráfico).
La mejor relación de intercambio en la última década se registró en enero de 2008 con una capacidad de compra de unos 520 litros de gasoil por tonelada de soja.
La relación gasoil/soja se deterioró particularmente desde 2012 a partir de la estatización de la compañía petrolera YPF: desde entonces –siempre considerando el mes de enero de cada año– el poder de compra de una tonelada de soja no pudo superar los 300 litros del combustible.
Paradójicamente, desde el segundo semestre de 2012 la industria elaboradora de biodiesel –cuyo insumo base es el aceite de soja– comenzó a transferir grandes cantidades de subsidios indirectos a las compañías refinadoras de hidrocarburos, mientras que el año pasado el biodiesel destinado al mercado interno dejó de pagar la alícuota del 19% correspondiente al Impuesto a los Combustibles Líquidos.
La pérdida de la capacidad de compra de la soja –y de todos los commodities agrícolas en general– es producto de menores precios internacionales combinados con un retraso cambiario creciente (el cual termina constituyendo una suerte de “impuesto indirecto” a la exportación).